DISEÑO INTERIOR

La vuelta de la lámpara de araña

Lámparas de araña en interiorismo

Ya son varios años en los que el minimalismo es el rey del diseño interior para la vivienda moderna. Como sabemos, en el minimalismo lo principal es lo funcional, por lo tanto todo lo que sea ornamental solamente se considera un sobrante con  lo que se lo quita sin más.

Sin embargo, los diseñadores periódicamente necesitan innovar, para de ese modo ofrecer las nuevas tendencias dentro del diseño, y en muchos casos eso significa mirar atrás y rescatar elementos, formas y ornamentos de las épocas anteriores.

Con esta idea es que vuelven a aparecer en el diseño interior de hoy las clásicas lámparas de araña, que durante largo período de tiempo fueron consideradas elementos del pasado.

Orígen del diseño de lámparas de araña

Josef Palme era un tallador de origen checo, que durante el siglo XVIII recibió el permiso necesario para la fabricación de lámparas de araña. A partir de ese momento, estos espectaculares elementos fueron variando de diseños, tamaños y formas, convirtiéndose en símbolos de la nobleza, la calidad del diseño y el buen gusto y símbolo de la riqueza.

El neobarroco en el diseño

En el año 2004 se puede ubicar la aparición del estilo neobarroco en la decoración de interiores. Y se lo coloca en ese momento porque fue cuando Baccarat, una histórica empresa dedicada a la manufactura del cristal, instaló en París su nueva sede. Allí el arquitecto, basado en la historia de manufactura de cristal de la empresa, sumado al ambiente de la mansión donde se desarrollaría la sede, construida en el año 1895, apareció con un nuevo estilo que se puede llamar como neobarroco, donde aparecen con fuerza los elementos ornamentales.

En este tipo de diseño los postulados del minimalismo son dejados de lado, considerando que la belleza no es razonable, por lo tanto no se debe racionalizar la imagen, dando esto lugar al retorno de lo ornamental.

El estilo neobarroco real

En el diseño arquitectónico el estilo neobarroco se impone a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. En las dos últimas décadas de aquel siglo, el neobarroco se extiende a todas las formas de arte, imponiéndose y relevando al clasisismo. De este modo es que aparecen nuevamente las formas recargadas del barroco.

A partir del siglo XX, que es cuando aparece el movimiento moderno en la arquitectura, se empieza a hacer prevalecer lo práctico. De hecho aquella arquitectura moderna se le llamó arquitectura del racionalismo.

Todo lo que existía en la arquitectura tenía que ver con una razón práctica. La comparativa que hacía Le Corbusier, uno de los líderes del modernismo, era el de la vivienda con una máquina como el automóvil o el tren. La máquina de habitar era como el suizo le llamaba a la vivienda.

Ese es el germen iniciador del minimalismo que en la actualidad es el rey en el diseño y la decoración de interiores.

El minimalismo se basa en las formas puras, las líneas rectas y la eliminación total de los elementos ornamentales puramente. Lo que no sea útil ni tenga una razón práctica, no debe existir.

Pero en la necesidad de ir creando nuevas tendencias por parte de los diseñadores, es que en la actualidad se vuelven a crear tendencias donde, a pesar que el minimalismo sigue siendo el que predomina, pero permite la participación en la decoración de interiores de otro tipo de elementos que se salgan de sus cánones.

Así es como vuelven a aparecer las lámparas de araña. Un diseño con mucho cristal y varios brazos, al estilo de las grandes mansiones del siglo XIX, pero que se pueden combinar con un juego de sofás y mesas totalmente actuales con líneas de diseño minimalistas.